Gustavo Blanco

Gustavo Blanco
Facilitador

No temas avanzar lentamente, teme solamente el detenerte.

Muchas veces nos preguntamos como lograr mejores resultados en la vida. Lo primordial es la actitud, nuestra predisposicion a querer hacer algo, la decision de cambiar y la voluntad que tengamos para sostener esa decision.

Todo es posible, en la medida que hagamos nuestra tarea. El éxito implica, esfuerzo y perseverancia. La manera cómo logramos resultados, respondera a nuestra capacidad, habilidad e inteligencia racional y emocional en el actuar.

El plan de vida puede ayudarlo a alcanzar resultados insospechados aplicando sencillos consejos estrategicos. La estrategia es la forma como hacemos realidad nuestros sueños.

Bienvenidos a El Plan de Vida ... en acción, espacio en el que podra: organizar, analizar, redefinir, reinventar su propia vida para su felicidad y el de toda la humanidad.


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abril 14, 2010

Evaluación y Monitoreo.flv

Evaluacion del Plan de Vida

Llegamos a la parte final de nuestro plan de vida. Comenzamos haciendo un diagnóstico a manera de autoconocimiento, luego planteamos las líneas maestras con la elaboración de la visión, misión y valores personales, enseguida pasamos a la acción desarrollando los objetivos y estrategias para lograr nuestras metas, nos toca ahora conocer como podemos evaluar los resultados del trabajo desarrollado.

La evaluación o monitoreo del plan nos permite medir nuestro accionar, corregir problemas y reformular o replantear las metas propuestas.

Si el desarrollo de los objetivos y estrategias es una labor de acción, esfuerzo y consistencia, la evaluación es el espacio para volver al análisis y reflexión sobre lo que estamos haciendo y logrando.

Si bien parecería que la evaluación debería hacerse al final del proceso, ella debe acompañar permanentemente los resultados de la acción para precisar, corregir, redireccionar, replantear, adoptar medidas correctivas en el momento preciso.

Recuerde el plan de vida es un proceso dinámico, la meta final es la satisfacción duradera, sentir la plenitud de una vida llena de realizaciones y mantener el equilibrio y las proporciones en todo orden de cosas.

La evaluación es una actividad de conducción que le permitirá afinar el objetivo, adaptarlo a la realidad, cambiar sin perder la esencia, desarrollar la flexibilidad y capacidad de adaptación y respuesta como gestor de su vida. La evaluación privilegia los resultados.

Si su plan de vida fue bien elaborado y sus objetivos y estrategias respondieron tanto a sus deseos y ambiciones como a su capacidad y afán de superación es muy probable que el resultado de su evaluación confrontada con los hechos y la realidad sea positiva y a partir de ese logro pueda usted plantearse otros desafíos. Si no consiguió lo que deseaba debe reflexionar sobre los errores u omisiones, la falta de cálculo o la presencia de situaciones inesperadas que no se pudieron preveer y afectaron el resultado. Si uno encuentra la causa del problema tiene resuelto más del 50% del mismo.

Hay que ir a la causa raíz del problema, sin perderse en los síntomas. Este ejercicio le permitirá dos cosas fundamentales en el camino a la felicidad y plenitud que anhela: de un lado reforzara su autoconocimiento y de otro lado lo encaminara en el círculo virtuoso de la superación constante.

La evaluación requiere análisis crítico y capacidad de corrección o rectificación. La crítica sin alternativa de solución es tan inútil como el análisis sin reacción.

La evaluación es una valiosa oportunidad para aprender, reta nuestra capacidad de adaptación y estimula la imaginación para resolver problemas e imprevistos de una manera positiva. La evaluación enriquece el plan que cobra vida, refuerza nuestro sentido de logro y realización.

La suma de metas realizadas, lecciones aprendidas, nuevos desafíos, desarrollo equilibrado, harán que nuestra vida sea más rica, productiva y positiva, en ese momento comprenderemos que el éxito y la felicidad también se construyen con dedicación, disciplina, actitud y perseverancia.

Por sus obras los conoceréis

Esta afirmación bíblica reafirma lo mencionado en esta cuarta etapa del plan de vida. Somos el resultado de nuestras acciones. Todo lo que hagamos para bien o para mal es una proyección real de nuestra vida.

Si logramos un mayor conocimiento de nosotros mismos, si desarrollamos nuestro potencial, si orientamos nuestras acciones a mejorar en lo personal sin olvidar que somos parte de un colectivo social en cuya realidad también podemos influir con lo bueno o malo que hagamos, entonces nos daremos cuenta que la formula del éxito esta en actuar, pasar a la acción, hacer obras, atrevernos, avanzar, emprender, construir, cambiar, mejorar, luego recogeremos los frutos de lo que sembramos.

Al final de nuestra vida, nos recordaran por nuestras obras y resultados. Las obras son el medio para trascender, para valorar nuestro despliegue de energía, las obras serán nuestra carta de presentación en la gran evaluación que tendremos al final de nuestros días.

Por ello recuerde que la vida es un don, un milagro, una oportunidad para hacer. Piense y actúe de manera positiva, haga y desee el bien, ame, respete, perdone, cumpla, trabaje, ayude, ore, medite, actúe. Lo que haga o deje de hacer, lo que piense y desee para usted y los demás serán el espejo real de sus obras, por ellas seremos juzgados. Una vez mas al final también el destino esta en sus manos.


Lo que cuentan son los resultados

Los deseos e intenciones funcionan y son útiles si pronto se reflejan en resultados. La vida nos juzgara por los hechos, las obras y los resultados.

Un resultado es la etapa final de un esfuerzo inspirado en una intención.

El plan de vida le ha enseñado a canalizar deseos y poder transformarlos en acciones concretas y resultados, todo es gestión de objetivos y metas, a través de ellas iniciamos el camino efectivo que nos llevara al resultado deseado.

Cultive en su corazón la intención sana y en su mente las ideas buenas de lo que se propone hacer, ponga toda su predisposición y voluntad haciendo su mejor esfuerzo y vera como siempre el resultado final se denominara éxito.

Viva en función de metas y luche día a día por conseguirlas, fíjese plazos y mida sus esfuerzos y tendrá una vida basada en resultados positivos.

Los resultados son el inicio de la inspiración superior para trazarse nuevos retos y reforzar su mejora constante. Para obtener resultados se tiene que actuar, para actuar hay que tener capacidad, la capacidad es usar adecuadamente nuestros dones y talentos y controlar nuestras limitaciones y defectos.

Toda acción genera un resultado. La calidad, la excelencia, la trascendencia son producto de lo que hagamos. Las intenciones y buenos deseos sin acción son solo eso palabras, emociones y sentimientos Recuerde en la vida como en toda gestión del ser humano lo que cuentan son los resultados. Actúe.

Como hacer un seguimiento

La ventaja de formular objetivos adecuadamente es que nos permiten hacer un seguimiento sobre el resultado.

Todo seguimiento se basara en los indicadores que incluimos en los objetivos. Los indicadores son la expresión cuantitativa del deseo de querer hacer o lograr algo.

Para hacer un seguimiento efectivo se requiere:

Tener indicadores definidos.
Evaluar los indicadores dentro del tiempo propuesto.
Tener capacidad de reacción para solucionar problemas o corregir errores.
Ser constante y disciplinado para evaluar nuestro accionar en función al plan u objetivo final superior que perseguimos.
Estar al tanto de los cambios que se pueden producir alrededor. Si el escenario cambia la actuación no puede seguir siendo la misma, debe adaptarse.
Tomar decisiones. Si se logra el resultado deseado la decisión pasa por reforzar la tarea; si hay dificultades evaluar las causas y adoptar medidas correctivas; si no hay viabilidad de realización, replantear el objetivo.
Ver las cosas en perspectiva. No hay que perderse en una parte cuando lo importante es ver el todo. No solo vea el árbol sino todo el bosque. La visión desde la cima es la verdadera mirada de la vida. Hay que ver las cosas en perspectiva.
Vivir día a día con su plan de vida, la mejor forma de evaluar es ser un conocedor cabal, comprometido y responsable de lo que quiere lograr.

El seguimiento nos permite identificar problemas, sin embargo saber el problema es solo parte de la tarea, lo más importante es la acción correctiva.

Un problema es un desafío. La vida libre de problemas seria insoportable. Estamos aquí para solucionar problemas y superar retos, porque esta acción nos vuelve útiles, activa nuestra imaginación y desarrolla nuestra vocación de servicio. De manera que siempre vea los problemas como una oportunidad para mejorar, para avanzar, para crecer, para madurar, para ayudar.

Con el seguimiento estaremos atentos y preparados para resolver los problemas en cuanto se presenten. Postergar la solución puede complicar el escenario. En el momento que aparece el problema debemos analizar las causas, tomar acciones correctivas y resolverlo.

El seguimiento también nos reporta avances, crecimiento y logros; aprendemos tanto del éxito como del fracaso, hagamos que cada resultado sea parte de nuestra preparación para aprender y mejorar.

abril 09, 2010

Objetivos y Estrategias para mi Plan de Vida en acción

Los objetivos de mi plan de vida

Un objetivo es una meta específica.

Los objetivos son enunciados de acción que nos impulsan a actuar y nos ordenan para canalizar con mayor eficacia nuestra potencialidad. Los objetivos se desprenden o fluyen del diagnóstico y la formulación y son la tercera gran estructura del plan de vida.

Respecto al diagnóstico, los objetivos atienden a la superación de limitaciones, la conservación y preafirmación de fortalezas, el aprovechamiento de ventajas o la neutralización de errores y defectos.

Con relación a la formulación, todos los objetivos que nos tracemos deben su origen a los importantes cimientos de la visión, misión y valores personales que actúan como una energía inspiradora del plan de vida.

Los objetivos deben ser propósitos que apuntan a transformar e influir en el futuro cercano y deben considerar lo siguiente:

· Deben ser formulados en verbo infinitivo. Por ejemplo alcanzar, lograr, mejorar, hacer, superar. Recuerde el verbo infinitivo lo induce a la acción, por ello sus objetivos deben comenzar con uno de ellos.
· Los objetivos deben contener no solo la acción a desarrollar sino también el tiempo o fecha en el que nos proponemos alcanzar el resultado, es decir debe haber una programación y cronograma a seguir. Las fechas deben ser precisas señalando en lo posible, día, mes o año.
· La unidad de medida. Solo aquello que se puede medir se puede controlar. Cada objetivo debe contener indicadores cuantitativos que le permitan medir su eficacia que es el grado o capacidad para cumplir sus metas. Sus acciones deben tener un rango de medida. Una referencia numérica que indique cuanto ha avanzado y cuanto le falta para llegar.

No se trata de trazarse metas inalcanzables porque aquellas solo nos generaran frustración y perdida de perspectiva del plan de acción, debemos actuar con realismo y comenzar poco a poco formulando objetivos positivos y alcanzables en un tiempo prudente y con indicadores razonables.

Los indicadores pueden contener números absolutos 1, 2, 3 ... o relativos 50%, 100%. Pueden plantearse como un todo o como fracciones. Pueden ser periódicos o finales.

Lo importante es que tengamos una forma de medir el desempeño, esto facilitara su tarea de evaluación y principalmente le dará un referente sobre el grado de realización que esta logrando.

Si usted comienza a realizar sus pequeños objetivos con optimismo y seriedad, una vez que los alcance vera como aumenta su deseo de seguir adelante, de aumentar el desafío para plantearse retos mayores. La suma de pequeños objetivos forma parte de la totalidad de su realización y grandeza.

Recuerde los objetivos son acciones concretas para su superación, deben estar inspirados en el diagnostico y formulación del plan y en lo posible atender aspectos integrales de su vida, no olvide que romper el equilibrio es contrario a las leyes de la naturaleza, mantenga proporción y armonía que son dos ingredientes sencillos para una vida sana, una vida mejor.

Los logros materiales son importantes y le producirán tranquilidad económica y bienestar pero la verdadera riqueza es espiritual porque aquella le dará plenitud y trascendencia.

Tener la capacidad de ponderar un equilibrio sano entre lo material, mental y espiritual, mantener una actitud de servicio y cultivar su mente día a día, alimentar su corazón y el espíritu con la oración y las obras de bien, vivir en función a sus valores morales, reconociendo con humildad sus limitaciones, excesos y debilidades pero al mismo tiempo luchando por superarlos y tratando de ser mejor en todos los aspectos, representa una nueva filosofía de vida para usted y los suyos, es una transformación posible, es reanimar las energías propulsoras que tiene, es explorar y explotar su enorme potencial, es darle mayor valor y sentido a la vida de manera constructiva.

Haga que sus objetivos cobren vida, se interioricen en lo mas profundo de su mente y alma, piense y sienta, canalice sus esfuerzos en la lucha diaria por lograr lo que se propone, vaya de menos a mas, siéntase un triunfador con cada logro, aprenda y comparta, mantenga siempre la humildad y sinceridad de los espíritus superiores, agradezca a Dios por la vida y a quienes lo rodean por ser parte de su tiempo, de sus experiencias, de sus proyecciones porque con ellos puede desarrollar mejor sus emociones, sus sentimientos, puede crecer como ser humano, puede compartir, enseñar y aprender, puede amar y perdonar, puede pedir y dar y eso hace de usted un mejor ser humano.

Recuerde que tanto los objetivos y sus indicadores son propios y voluntarios, usted debe ser honesto con usted mismo. Si se plantea un objetivo formal que no representa ningún reto, esfuerzo o desafío superior sólo estará confirmando su grado de conformismo y mediocridad.

Tanto la aspiración bien concebida como el indicador serán el espejo de su ambición y potencial para ser mejor, denotaran su grado de compromiso con su superación personal y el nivel de éxito que quiere alcanzar en la vida.

No se trata de llegar a lo más alto o a lo más lejos, se trata que usted en lo que haga siempre trate de hacer su mejor esfuerzo. Tener voluntad, dedicación y perseverancia, ponerle emoción y pasión a su plan de vida le dará satisfacciones sorprendentes porque será, de hecho el gran constructor de su destino.


Las estrategias de mi plan de vida

Las estrategias están directamente relacionadas con los objetivos. Los objetivos representan el desafío y responden a la pregunta ¿qué quiero lograr?, ya hemos mencionado una forma eficaz para formularlos. Las estrategias por su parte responden a la pregunta ¿cómo lo voy a lograr?

Los objetivos y estrategias deben ir acompañados y mantener un grado de correlación y dependencia.

Si bien las estrategias carecen de formalidad en algunas ocasiones las mismas estrategias se plantean como pequeños objetivos.

Las estrategias son las diversas formas, caminos, alternativas, opciones que aplicamos para hacer realidad los objetivos.

A cada objetivo propuesto pueden sucederle muchas estrategias. El valor de las estrategias radica en la especificidad, es decir las estrategias fraccionan y ordenan nuestro accionar para avanzar paso a paso en la consecución de las metas.

Las estrategias detallan nuestro proceder en busca de una meta. Nos facilitan el camino y van cubriendo etapas que aseguraran el éxito en la realización del resultado final.

A mayor precisión en la formulación de las estrategias, mayores posibilidades de asegurar el cumplimiento de los objetivos en niveles de excelencia.

El conjunto de estrategias bien realizadas aseguraran el cumplimiento de los objetivos propuestos.

Siempre que tenga enfrente un gran problema, trate de fraccionar su accionar e ir actuando por partes. La suma de partes bien analizadas le reportaran una solución adecuada al problema. La meta es el resultado final esperado de un objetivo.

Recuerde los objetivos son las aspiraciones o deseos que tenemos; las estrategias las forma de hacerlos realidad.

Tanto objetivos como estrategias requieren una alta dosis de creatividad y voluntad de ejecución, estas son claves para el éxito personal, saber proponerse retos y trabajar ordenadamente por alcanzarlos.

En la formulación de las estrategias debemos utilizar toda la información, experiencia y conocimiento así como los recursos disponibles que pueden estar a nuestro alcance para obtener los mejores resultados.

Un objetivo sin estrategias es como un cuerpo sin vida; el conjunto de estrategias sin orden ni sentido son intenciones desbocadas. Un conjunto de objetivos seguidos de estrategias efectivas enmarcadas dentro de un plan de vida representan la formula del éxito y superación que le abrirá las puertas de la felicidad y el medio de hacer de esta estación una realidad constante con plenitud, paz y trascendencia.

Trace sus objetivos y diseñe las mejores estrategias para cada uno de ellos. Recuerde todo lo que usted quiera lograr depende de su esfuerzo, trabajo y perseverancia, así como de su habilidad para planear con realismo y eficacia.

Viva en función a sus objetivos y canalizara mejor toda su energía en una dirección apropiada, utilice todas las estrategias que su imaginación y capacidad puedan crear y generar, el limite lo marcaran sus valores y consciencia, recuerde que no siempre el fin justifica los medios. Se tiene éxito cuando se logra el resultado deseado; se es feliz si en el proceso hicimos lo que nuestro corazón siente que fue lo correcto.