Gustavo Blanco

Gustavo Blanco
Facilitador

No temas avanzar lentamente, teme solamente el detenerte.

Muchas veces nos preguntamos como lograr mejores resultados en la vida. Lo primordial es la actitud, nuestra predisposicion a querer hacer algo, la decision de cambiar y la voluntad que tengamos para sostener esa decision.

Todo es posible, en la medida que hagamos nuestra tarea. El éxito implica, esfuerzo y perseverancia. La manera cómo logramos resultados, respondera a nuestra capacidad, habilidad e inteligencia racional y emocional en el actuar.

El plan de vida puede ayudarlo a alcanzar resultados insospechados aplicando sencillos consejos estrategicos. La estrategia es la forma como hacemos realidad nuestros sueños.

Bienvenidos a El Plan de Vida ... en acción, espacio en el que podra: organizar, analizar, redefinir, reinventar su propia vida para su felicidad y el de toda la humanidad.


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noviembre 27, 2010

La Actitud en el plan de vida en accion



La diferencia entre la persona exitosa y la que fracasa radica esencialmente en la actitud.

La actitud es la manera como percibimos la realidad y desarrollamos nuestra conducta, es la manera como reaccionamos frente a los desafíos, es la forma como concebimos las oportunidades o como nos auto generamos problemas.

Existe una actitud positiva y otra negativa. La primera nos guiara al éxito la segunda al fracaso.

Fracasa no quien pierde en una competencia deportiva, un negocio, una contienda electoral o una actividad social o cultural, fracasa quien no aprende, quien reniega de la experiencia, quien no se atreve a actuar y tan solo critica, el que es incapaz de modificar una realidad para su beneficio y por el contrario se paraliza frente al temor que solo le genera angustia, miedo, e inconformidad.

De manera que la actitud es esencial en la construcción de nuestro plan de vida personal como lo es también en la edificación del tejido social en el que nos desenvolvemos.

La buena educación, los buenos modales, el respecto por el derecho ajeno, la consideración hacia el prójimo, nuestro grado de asertividad, comprensión y tolerancia son ingredientes de una buena actitud, es decir esa predisposición subconsciente que nos hace ver la vida como un continuo de oportunidades donde jugamos un rol de facilitadores para que los objetivos se concreten, las aspiraciones se satisfagan, las cosas se realicen y las dificultades se sobrelleven de la mejor manera.

Ante una dificultad será nuestra actitud positiva la que transformara el obstáculo en reto y nos permitirá avanzar. Frente a una adversidad será nuestra actitud cultivada la que nos permitirá ver los ángulos ocultos de la lección y encontrar una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.

En su libro “La Actitud lo es Todo” Jeff Keller define la actitud como un filtro mental a través del cual se experimenta el mundo. Algunas personas lo ven a través del filtro del optimismo, mientras que otras ven la vida a través de un filtro de pesimismo. (Pag. 24).

Keller considera la actitud como la ventana hacia el mundo y sostiene que de niños esa ventana esta completamente limpia, por eso la actitud de los niños siempre es positiva, a medida que crecen, los reproches, las criticas, sentimientos de culpa, los rechazos y las experiencias negativas empañan su ventana, por eso algunos adultos suelen ser pesimistas y tener una actitud negativa frente a la vida. La solución es simple debemos limpiar nuestra ventana, es decir mejorar nuestra actitud para poder nuevamente ver el mundo de forma clara (Pag 26).

Lo importante es que la actitud es una variable interna que podemos manejar nosotros mismos. Si experimentamos pesimismo, infelicidad, temor, podemos revertir nuestra actitud hacia sentimientos positivos podemos orientarnos al optimismo, la felicidad, la libertad, el crecimiento sano y la trascendencia espiritual que nos haga mejores seres humanos.

Es pues la actitud otro elemento subjetivo esencial en la elaboración y puesta en práctica de nuestro plan de vida. Si usted esta buscando un cambio positivo en su vida, si desea mejores resultados, si ha decidido progresar de manera equilibrada si quiere que su plan de vida lo conduzcan a la felicidad sostenida, al éxito constante y la trascendencia espiritual, evalúe su actitud, limpie completamente su ventana y vera que su visión del mundo, el panorama de su accionar y las circunstancias que lo rodea son invaluables oportunidades de cambio que a la luz de una nueva actitud serán semillas de progreso en su vida y en la de quienes lo rodean.

Para diseñar y ejecutar un plan de vida que funcione necesitamos revisar como esta nuestra actitud frente a la vida, sea como la encuentre, limpie su ventana deshágase de todo aquello que pueda empañar su visión positiva de la vida, recuerde que este simple factor denominado actitud marca la sutil línea divisoria entre el éxito y el fracaso; el optimismo y el pesimismo; la luz y la penumbra; la felicidad y la desdicha; la victoria y la derrota, el aprendizaje y la ignorancia.

Recuerde también que la actitud trabaja en el subconsciente, aquel bastión que emite respuestas en automático, trabajemos para que de hoy en adelante nuestro inconsciente personal y colectivo este sellado por la actitud mental positiva y con ella despleguemos nuestro plan de vida orientado al éxito. En el planeamiento personal como en la vida misma, parafraseando a Jeff Keller, la actitud lo es todo!.


noviembre 18, 2010

Conocimiento aplicado al plan de vida en acción


Conocimiento aplicado al plan de vida en acción

El valor del conocimiento resulta esencial en un proceso de planeamiento. Es el insumo del cual se nutre la técnica para tener orientación y sentido. La función que cumple es similar a la sangre que recorre nuestro cuerpo lo irriga, nutre y vigoriza.

Hemos definido el conocimiento como la información con valor agregado. En la era de la globalización el valor del conocimiento es vital en toda estructura organizativa como lo es por su puesto, en la vida de todo ser humano.

Si bien la información es un insumo general cuyo acceso se ha facilitado con la tecnología, su procesamiento y la generación de conocimiento y posterior sabiduría se mantiene aun reservada a la competencia personal de cada individuo donde la inteligencia racional, social, emocional y creativa cumple una función de crecimiento y satisfacción, una competencia distintiva reservada únicamente para el ser humano.

Pero dentro de los diferentes niveles de conocimiento hay uno fundamental que muchas veces se soslaya y es el del autoconocimiento. Qué tanto sabemos de nosotros mismos, de nuestras cualidades, dones y talentos, y qué tanto sabemos de nuestras limitaciones, temores o miedos.

El acercamiento a nosotros mismos, el manejo de nuestras emociones, el descubrimiento de nuestro potencial son estadios de bienestar que se trabajan sistemáticamente en un proceso de planeamiento de vida porque a partir de la información sobre nuestra propia individualidad podemos producir conocimiento aplicado en la mejora de nuestros rasgos personales para potenciar nuestros dones y neutralizar nuestras deficiencias.

El conocimiento personal es el primer gran paso a la felicidad, a la plenitud, al cultivo profundo de nuestra espiritualidad; nunca descubriremos nuestra razón de ser en la tierra, sin antes haber hurgado en las profundidades de nuestro yo interno, de nuestras reservas espirituales, en los sentimientos y pensamientos, y en nuestras estructura educativa, cultural y moral que forman nuestro ser integral.

El plan de vida en acción busca el sentido de la existencia plena a partir del despliegue de una herramienta de gestión personal que nos permita avanzar en nuestro proyecto de vida. Todo el proceso se basa en manejo de información personal y confidencial que debe fluir de nuestra propia esencia, realidad e integridad.

Conocimiento aplicado será sabiduría plena, información procesada para servir a nuestros propósitos y para ayudar a desarrollar el de otras personas que al igual que nosotros buscan una mejor manera de vivir.
Toda meta que aspiremos, en cualquier ámbito de nuestra vida nos exigirá un grado de conocimiento personal para saber si estamos actuando con integridad y consecuencia respecto a los propósitos de nuestra vida.

El conocimiento personal fluye de la capacidad reflexiva que hayamos desarrollado a lo largo de nuestra vida. Todos nos conocemos de algún modo pero no todos hemos profundizado respecto a nuestro propio conocimiento.

Existen etapas de la vida donde solemos tener más preguntas que respuestas y son etapas difíciles que suelen generar conflictos personales, familiares y sociales. El paso de la niñez a la adolescencia es una de esas etapas críticas donde muchas cosas carecen de sentido y donde la inconformidad da paso a la rebeldía, pero superado ese trayecto difícil dara paso a un mejor afianzamiento respecto a nuestra vida adulta.

Una vida con sentido, con propósito, con esencia y trascendencia coronara metas en diferentes ámbitos de nuestra existencia. Gran parte del reto de la vida pasa por desarrollar una vida en equilibrio donde lo material tenga un correlato espiritual, el éxito una aspiración a la felicidad, el dar sea parte del recibir, lo individual se sitúe en un contexto social, todo aquello que recibimos de nuestros semejantes, o de la naturaleza genera un compromiso que debemos retribuir con nuestro comportamiento, humildad y generosidad.

Estamos pues frente al insumo principal de nuestra felicidad y trascendencia estamos frente al reto de procesar la mayor calidad de información y conocimiento que nos permitan desplegar objetivos y estrategias de desarrollo personal que liberen, desarrollen y exploten el potencial ilimitado que tenemos dentro y al que muchas veces no accedemos sencillamente por desconocimiento.

El reto es grande, la tarea exige esfuerzo pero el resultado no puede ser mejor afianzar una vida con propósito que nos lleve al éxito y consecuentemente a la felicidad. Hagamos hoy la tarea, vientos de realización nos esperan.


http://elplandevida.blogspot.com/

noviembre 04, 2010

Como elaborar un plan de vida que funcione



El planeamiento de vida, como toda herramienta de gestión tiene defensores y detractores. En general los que cuestionan el uso de técnicas como medio de superación personal argumentan que de la teoría a la práctica hay un abismo que se llama realidad, donde suelen colisionar los buenos deseos.

Los defensores por su parte apelan al valor de los ideales, a la actitud mental positiva, a la fuerza de la fe y al impulso de la energía abstracta como propulsores del cambio y la transformación tanto individual como colectiva.

Lo cierto es que como dice el refrán “la feria estuvo como nos fue en ella”, es decir si el ejercicio me sirve y me da resultados confiare en la técnica como mecanismo de auto ayuda, pero si elaboro un plan y no me da resultados cuestionare la eficacia de la herramienta.

Sin embargo en el planeamiento como en la vida todo es relativo, todo “depende de …” Este tipo de variables abiertas pueden ser mejor manejadas si desde el comienzo nos atenemos a algunas pautas que nos faciliten mejores resultados.

Recordemos que en nuestro plan de vida en acción hemos considerado 4 etapas dinámicas, secuenciales, interrelacionadas y complementarias, estas son:

El diagnostico / Análisis situacional, FODA personal.
La formulación / Visión, Misión, Valores
La ejecución / Objetivos y Estrategias
La evaluación / Retroalimentación, acción correctiva, mejora continua.

Antes de desarrollar estas 4 etapas debemos crear las condiciones de elaboración del plan.

Todo aquello que nace bien debe terminar bien, consecuencia lógica, dinámica positiva, resultado secular. El plan de vida en acción, es un proceso que se nutre de información, si los insumos son buenos y de calidad los resultados también tendrán características positivas y transformadoras.

El fin último del plan de vida en acción no es tener un plan perfectamente elaborado, sino mas bien contar con el poder transformador, un organizador eficaz de nuestra energía constructiva que nos permita ser mejores personas, seres humanos mas equilibrados, mas realizados, personas que aspiran a ser felices, que viven con un sentido de propósito y que buscan trascender al espacio limitado de la existencia terrena, donde tenemos alguna misión que cumplir.

De manera que para hacer un plan de vida que funcione se requiere primero decisión, debo decidir si viviré una vida reactiva o si me hare cargo del futuro y actuare de manera proactiva. Lo segundo es buscar la inspiración profunda a través de la meditación y el autoconocimiento, debemos procurarnos un espacio de reflexión, de tranquilidad, de paz, para poder hallar nuestra esencia, es verdad que para los que somos creyentes, Dios tiene un propósito para nuestras vidas desde antes que fuéramos concebidos. Tercero debemos ser sinceros con nosotros mismos para asumir con entereza el cambio que debamos afrontar, en este aspecto entra a tallar la pasión por lo que queremos y anhelamos en los mas profundo de nuestro corazón, el llegar a este punto nos abre la puerta de la felicidad, encontrar el propósito para nuestra vida, canalizar nuestra energía en acciones que tienen no solo sentido sino que generan resultado y finalmente avanzar en el camino del crecimiento integral, la superación y la trascendencia.

Puesto los cimientos de la inspiración podemos desplegar las estrategias concretas de los objetivos que queremos coronar de manera gradual y realista. Definida la meta, debemos canalizar todos nuestros recursos en pos de ella.

Si los resultados nos respaldan habremos activado el mejor propulsor de automotivación para vivir una vida mas sana a partir de una técnica que funciona.

Recuerda que el plan de vida no es una receta es una fuente, una pauta tu haces el camino; los modelos rígidos nos encasillan, las estrategias flexibles y creativas nos renuevan. Reafirmamos que a través del plan de vida podemos a traer éxito y felicidad en nuestras vidas.