Gustavo Blanco

Gustavo Blanco
Facilitador

No temas avanzar lentamente, teme solamente el detenerte.

Muchas veces nos preguntamos como lograr mejores resultados en la vida. Lo primordial es la actitud, nuestra predisposicion a querer hacer algo, la decision de cambiar y la voluntad que tengamos para sostener esa decision.

Todo es posible, en la medida que hagamos nuestra tarea. El éxito implica, esfuerzo y perseverancia. La manera cómo logramos resultados, respondera a nuestra capacidad, habilidad e inteligencia racional y emocional en el actuar.

El plan de vida puede ayudarlo a alcanzar resultados insospechados aplicando sencillos consejos estrategicos. La estrategia es la forma como hacemos realidad nuestros sueños.

Bienvenidos a El Plan de Vida ... en acción, espacio en el que podra: organizar, analizar, redefinir, reinventar su propia vida para su felicidad y el de toda la humanidad.


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abril 23, 2011

El Plan Espiritual



A lo largo de nuestra vida pasamos una serie de pruebas y exigencias, cada sociedad y cada cultura impone sus reglas, sus mitos y sus retos y todos de alguna manera tratamos de amoldarnos a ellos, cuando somos niños muchas acciones y actividades nos resultan simplemente incomprensibles y cuando llegamos a la adolescencia nos revelamos frente a todo aquello que signifique autoridad o miedo, de ahí que sea la pubertad el inicio de muchos conflictos entre los padres y los adolescentes, luego llegamos a la juventud y con toda esa energía desbordante soñamos con un mundo ideal que quisiéramos cambiar, amoldar, enderezar, mejorar pero con la madurez comprendemos que la vida no es un capricho, que el destino no es un deseo y que la verdadera felicidad no se encuentra sino que se construye, se edifica, se cultiva.

Sostenemos que ser feliz tiene que ver con la actitud frente a la vida, pero también tiene que ver con el grado de crecimiento espiritual que hayamos sido capaces de desarrollar.

La vida de realización y plenitud pasa necesariamente por mantener una vida en equilibrio, crecimiento y cambio proactivo, pasa por ser un proyecto elaborado donde hayamos condensado nuestra capacidad intelectual y creativa con la esfera emocional y sentimental, pasa por tener una personalidad definida y una integración familiar sólida, pasa por el compromiso social y nuestro aporte comprometido con el entorno y por su puesto pasa por la relación espiritual que hayamos construido con el Creador, con nuestro Dios con la esencia de la vida, el dador de bienestar y portador de la Luz y la Verdad eterna.

Todo plan de vida parte de un diagnostico, una formulación, una ejecución y una evaluación dinámica que afine corrija y relance todos nuestros esfuerzos en un esquema de mejora continua que nos permita crecer, ser mejores seres humanos, personas mas proactivas, efectivas, eficaces y eficientes que aporten, construyan, avancen, se integren, promuevan, mejoren, logren y superen sus propios desafíos, en esta cadena de éxito y realización existen un ingrediente que suele faltar en muchas vidas, es el ingrediente espiritual, de ahí que podamos tener mucho dinero y riquezas y sintamos un vacío existencial, podamos haber culminado estudios, desarrollado proyectos, formado empresas pero sintamos que algo nos falta para lograr bienestar sostenido, realización plena, armonía y trascendencia.

Ya que los resultados concretos son tan importantes como los sentimientos abstractos, ambos debemos definirlos, y trabajarlos. Ambos representan las dos caras de una misma moneda, dos esferas complementarias como lo son el día y la noche, el balance significa equilibrio, cuando este se rompe, se afecta se altera sufrimos, padecemos, nos sentimos desafortunados, entonces a nuestro plan de vida efectivo debemos complementarlo con un plan espiritual permanente, un plan espiritual que sea el artífice y el complemento de nuestra nueva vida donde interactúen tanto la prosperidad como la integridad; los hechos como los deseos, las acciones como los sentimientos, la dinámica con la calma, el ruido del éxito como el silencio de la felicidad, la confianza en uno mismo y la fe en el poder infinito del Creador.

En suma nuestro reto mayor en la vida pasa por formular y ejecutar nuestro plan de vida sintonizado, afinado e inspirado con el plan de Dios.

El espíritu es una manifestación de energía intangible, habita en nosotros por siempre, es un testigo oculto, silencioso y discreto de todos nuestros actos, de nuestros pensamientos y sentimientos, de nuestras victorias y derrotas, de nuestros éxitos y fracasos.

El espíritu es el activo moral que habita en nuestra consciencia que nos permite reconocernos como seres humanos, que se alimenta de los valores, que nutren nuestra alma y que inicial y finalmente nos conecta con la energía superior y trascendente que reconocemos como Dios padre Todopoderoso, eterno y omnipresente, de ahí que el lenguaje de comunicación con esta esencia sea la oración así como el conocimiento, interpretación y aplicación de la Palabra de Dios.

Para cultivar la felicidad profunda y duradera debemos tener un plan de acción definido directamente complementado con nuestras estrategias espirituales que nos haga seres humanos íntegros, realizados, equilibrados, hacedores y conocedores del dar y el recibir, capaces de amar y perdonar, libres para crear, transformar y mejorar, seres humanos que actúan en diferentes planos como el intelectual, físico y espiritual.

Si buscas tu esencia y aspiras a la trascendencia recuerda mantener tu plan de vida activo y ser capaz de entender el Plan de Dios. Ambos son las dos caras inseparables de una valiosa y única moneda: Tu.