Asomaba tibia la tarde, el
ambiente flotaba entumecido, el intenso sol terminaba su diaria jornada, un
silencio profundo cubría la casa, el viento se paralizo como si nunca hubiera aparecido;
mientras tanto yo, respirando con ritmo
y profundidad, practicaba mis ejercicios
de equilibrio y meditación, tratando suavemente de sintonizar con la frecuencia
magnética del espíritu, dimensión donde podemos explorar profundas respuestas
sobre la existencia, la realización y la trascendencia.
No pasaron sino algunos pocos segundos, luego de
haberme sumergido completamente en medio de aquel escenario propicio cuando me
asalto una sensación superlativa, que llevo todo mi ser consciente a un nivel
de repentino convencimiento; figure que aquel espacio y tiempo ya habían sido
escogidos, prediseñados y planeados por algo o por alguien para ser portadores
de una maravillosa revelación.
En medio de aquel profundo silencio, mis sentidos
agudizaron sus percepciones y sentí una brisa ligera, un suave aire que
acaricio mi rostro con sutileza, aun sujeto a mis instintos carnales afloro en
mi un temor natural, ese miedo a lo desconocido que habitualmente suele
paralizarnos y nos pone completamente helados; sin embargo, esta primera
sensación defensiva cedió pronto a otra completamente opuesta que me lleno de
tranquilidad, paz y seguridad interior; tuve la certeza, a partir de ese
instante que algo nuevo, poco común e inexplicable estaba a punto de ocurrir, y
que además, aquello traería consigo algo bueno, positivo y constructivo.
De repente, una ráfaga de viento refresco mi nuca, una
mirada de la nada, una sensación de paz, un alivio, una pausa, un mensaje, fue
en ese preciso instante que una idea hizo flash en mi mente, recordé de pronto
el viejo adagio socrático “Conócete a ti mismo” y como un slogan
reiterativo acorde con el griterío apasionado de una barra brava, es que fui
asimilando poco a poco, a partir de la fuerte voz del silencio, el sentido del
mensaje y la sutil presencia del mensajero.
Mi mente, trabajaba a mil por hora ensayando una
explicación coherente, partiendo de un diagnóstico adecuado, que era todo esto?;
un sueño, un trance, un desdoblamiento, era real o imaginario?, era algo
importante o nada relevante?, muchas preguntas ninguna respuesta, todo esto no
tenía una explicación carecía de sentido, sin embargo no era un cuento era toda
una experiencia que me llevo a concluir que esto era de alguna manera, una
revelación, una situación excepcional una manifestación sobrenatural; Estaba
siendo usado en este preciso instante, como un medio para ser portador de algún
acontecimiento superior.
Ya habían desaparecido por completo los rayos del sol,
algunas sombras ensayaban su tímido ingreso como pidiendo permiso, para ser
parte de ese instante, ese ocaso, ese
momento crucial donde cada ser humano repentinamente comprende de que todo
comienza, todo pasa y todo termina en su sola presencia, en su pura esencia y
en la búsqueda disciplinada o intuitiva de la creación y perfección interna.
Todo cambio pasa por uno mismo; aquello que sientes,
crees, percibes, haces, logras o aprendes habita exclusivamente en tu propio
ser, en tu propia experiencia y en la voluntad constante para poner a prueba tu
potencial y a partir de ese reconocimiento pasar a un siguiente nivel.
Una grata sensación de paz y tranquilidad invadió por
completo todo mi proceso reflexivo, mi corazón latía acelerado, como una
campana descontrolada que anuncia de manera compulsiva que una profunda verdad
me seria revelada.
Mi mente disciplinada asintió satisfecha como dándome
a entender que el mensaje descifrado había estado pacientemente consignado en
algún rincón de mi ser creativo y que yo había descubierto el velo del preciado
tesoro con un poco de esfuerzo y determinación y otro poco de fortuna.
Sabía que toda revelación de esta naturaleza parte de
un credo, se inserta en un proceso y va madurando hasta dar fruto, ese tiempo
había llegado y el momento preciso para mí, fue aquella sencilla y cotidiana
tarde de verano de viento tibio y brisa fresca, mientras se apagaba el sol y el
viento detenía su aliento para que todo mi ser integral, inmerso en ese trance especial tomara consciencia de que la
verdadera existencia, el destino, la vida, el accionar consciente, el cambio,
el resultado que podemos etiquetarlo como éxito, aprendizaje o fracaso, la
realización, la plenitud y la trascendencia que nos acerca mas a la felicidad,
todo absolutamente todo depende única y exclusivamente de uno, de ti, de
nosotros mismos. Tu eres tu propio universo.
Por eso tu elección y decisión cuenta, en este mismo
instante solo tu yo interior y tu ser a nivel mas profundo pueden optar por
aceptar el camino del cambio por uno mismo o sencillamente
depender de otros factores externos, personas, hechos y circunstancias que nos
llevaran por el camino, pero nunca nos permitirán ser los constructores de
aquel, de manera que resulta determinante asumir el diseño, la edificación y la
conducción de nuestro propio destino.
La verdad que se auto
revelaba traía un mensaje sencillo y directo: … "los autos necesitan un manual, una
guía, algunas pautas sencillas que nos faciliten la tarea", un Manual de Vida, para avanzar en el
camino y lo mejor de todo disfrutar de el.
Un auto indica movimiento, tienes que compartir el
manual del mejor hacer, para que sea leído, compartido y esencialmente vivido,
porque siendo nuestra naturaleza humana esencialmente dinámica, que mejor
contar con una guía útil y practica que nos acompañe en la ruta,
El trance de aquella tarde era intenso, las ideas
revoloteaban profundas e incesantes … tu riqueza como ser humano es ilimitada,
tu potencial es inmenso, todas las herramientas y respuestas habitan en tu
interior, cree, lucha, confía, aprende, comparte, actúa, persevera, cada
segundo es un torrente de oportunidades para elegir vivir una vida feliz y
plena.
Tienes que explorar y aprender a descubrir tus dones y
talentos, así sabrás como puedes impactar siendo el autor de tu propia realidad
y tú propio destino. Decide y avanzaras; actúa y coronaras; Insiste y llegaras.
Cree porque la fe no se ve pero te acompaña como la luz, la llama, la parte
sutil de la chispa que se manifiesta y que siempre se avivara con tus acciones
y realizaciones.
Recuerda que cada acción siempre conlleva una
reacción, debes ser consciente de ese efecto, ese poder y esa responsabilidad,
cada decisión te llevara a una experiencia, y cada experiencia representa un
escalón mas en tu crecimiento. La suma de experiencias que se matizan, se
entrelazan se conectan, se complementan son la hechura de tu propia vida y en
la vida nada es casual, todo tiene un propósito, la conexión consciente de tu
universo individual con el universo infinito te abrirá la puerta hacia la
plenitud y la trascendencia.
Actúa porque esa es la invitación de la vida, no
temas, pues el temor paraliza y es ajeno a la bendición. Se un hacedor, vive y
aprende para que tu camino sea intenso, tu verdad transparente y tu vida plena.
Aquella tarde algo muy especial, único y diferente
definitivamente se estaba manifestando. En medio del silencio profundo, escuche
una especie de voz firme y suave que me inspiro la máxima confianza y con total
seguridad me confió: "… Nunca te preocupes por la soledad, yo estoy
desde siempre aquí, para ser tu compañero, tu guía, tu refugio y tu soporte,
vine para que juntos transitemos el camino, estoy tan cerca de ti que habito en
tu corazón, de manera que donde vayas, ahí estaré siempre contigo, y será tu espíritu el que me revelara como el
Yo Soy …”.
Completamente confundido trate de prender rápidamente
la luz de la habitación tratando de ver algo, reconocer a alguien, tener una
evidencia física de lo que venia sucediendo, pero fue inútil no vi nada ni a
nadie, sin embargo el mensaje era real y estaba presente, como si flotara y
penetrara en mi mente, al instante percibí una vez mas otro suave, dulce, tenue
aire que vino con la frescura del viento e inmediatamente otra vez la misma voz
… "Ayuda para que te ayude; solo a
través del prójimo tu lograras desarrollar todo de ti, todos venimos a
experimentar al mundo con un propósito superior, la verdad habita en ti y es
parte de tu naturaleza compartir para crecer, eres un ser esencialmente social
y una creación divina que la ciencia nunca podrá desvirtuar, todo aquello que
anheles profunda y genuinamente en las entrañas de tu corazón, de hecho ya se te ha concedido y dado, tan solo tienes
que descubrirlo. Por eso lucha por tus sueños; la voluntad y el deseo son los puntales
de tu progreso. Actúa, avanza, crea y cree … Confía, edifica y comparte tu también eres
un mensajero…”
Repentinamente me sentí extenuado, muy débil y
relajado casi estaba saliendo de aquel inusual trance cuando recibí la siguiente recomendación “ …
comparte con toda persona de buena voluntad esta información, este preciado
tesoro te dará las claves para experimentar una vida nueva, una vida mejor,
este regalo del sentido de la vida es ilimitado, es una fuente natural, un
manantial de vida …”.
Inmediatamente trate de racionalizar todo lo sucedido,
tenia que encontrar una explicación lógica, rápida y coherente ... mentras luchaba por reponerme, en medio de
mi desconcierto aquella suave voz se manifestó por última vez aquella tarde y a
manera de despedida concluyo: ... tranquilo,
no te esfuerces, no te tenses, simplemente estas inspirado y al estarlo sencillamente
has entrado en la maravillosa, eterna, profunda, inexplicable, rica, abundante
e inconmensurable fuente del Espíritu… Ahora solo bebe!.
Para ti van “Mis
Mejores Autos”, un manual para
conducirte mejor en la vida.
Dedicado A
Quien Corresponda.