CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE BARACK
OBAMA
California,
enero 7, 2014.
Excelentísimo Señor:
BARACK OBAMA
Presidente de los Estados Unidos de América.
ASUNTO : PROCESO DE REFORMA MIGRATORIA.
Señor Presidente:
Como es de su
conocimiento hace algunos años venimos asistiendo al reiterado fracaso de los
diferentes intentos por lograr un cambio en el sistema migratorio de los
Estados Unidos. Es ampliamente conocida la complejidad del tema, como lo es también
su impostergabilidad.
Por cierto,
tanto la opinión pública en general como la comunidad inmigrante en particular,
somos testigos de su ofrecimiento y postura respecto a lograr la ansiada
reforma migratoria, aspecto en el que además, existe un consenso nacional de
todos los sectores involucrados para que se actué con realismo e inmediatez; Tal
es la posición de los sindicatos como de las empresas, la sociedad civil, los
sectores sociales, políticos, económicos, educativos y culturales; Las
universidades, las agencias de gobierno, las organizaciones especializadas en proyección
demográfica, impacto económico, seguridad nacional, asimilación cultural, entre
otras que cuentan con innumerables estudios técnicos respecto al beneficio/costo
de la reforma migratoria y en todos los casos las conclusiones coinciden en la
necesidad de reformar el quebrantado sistema migratorio.
En el 2013, se
dieron importantes avances tanto desde el Poder Ejecutivo, como desde el
Senado de la Republica con la aprobación
bipartidista del “Acta para la Seguridad Fronteriza La Oportunidad Económica y
la Modernización de la Inmigración”. Han pasado más de 6 meses y el proyecto de
Reforma Migratoria ha quedado estancado en la Cámara de Representantes, cuyo
Presidente el speaker John Bohener no ha
tenido ni el liderazgo ni la autoridad ni la jerarquía para considerar en la
agenda de trabajo con la prioridad que se merece el tema migratorio. Todos los
sectores involucrados, incluido usted Señor Presidente, pedimos sencillamente un
voto en la Cámara, y que la mayoría decida; Sin embargo, maniobras dilatorias,
caprichos políticos y mezquinas posiciones partidarias vienen dilatando y
obstruyendo el proceso de reforma migratoria, a sabiendas, que es el paso inevitable
que tarde o temprano tendrá que dar los Estados Unidos de América para afrontar
visionariamente sus propios desafíos del siglo XXI. La comunidad inmigrante es
el nuevo rostro de América que la sociedad ya asimilo pero que la normatividad
vigente se niega aun a reconocer.
Los procesos históricos
de la mano con los valores esenciales de la patria evidencian hoy como lo
hicieron hace más de 200 años los fundadores de la república; que los Estados
Unidos fue, es y será por esencia, un país de inmigrantes y pioneros; donde la
libertad, la fraternidad y la solidaridad dieron paso a la colonización, la innovación
y al desarrollo que le han dado el bien
ganado sitial de potencia hegemónica mundial.
Sabemos que ningún
estudio técnico, ningún esfuerzo social, ningún argumento científico, ni la realidad
demográfica, ni los resultados electorales, ni el drama familiar ni siquiera la
conveniencia política del Partido Republicano han podido convencer al
obnubilado y anacrónico sector del Tea Party, que se sabe minoritario pero a la
vez poderoso y vuelve a jugar sus fichas nefastas, como lo hizo en la aprobación
del presupuesto, para hacer alarde de su poder sectorial sin considerar el
bienestar general. Saben que su posición es insostenible, que carece de
realismo y consecuencia, saben que no triunfaran, pero se mantienen duros e
inflexibles. Esta misma postura radical, hoy aflora en el tema migratorio; la minoría
republicana ha secuestrado una vez más al país en materia migratoria y viene
ejerciendo hasta el final su caprichosa y terca oposición. Carente de una
propuesta realista e integral se limitan a atomizar, entorpecer y dilatar más
el proceso de reforma migratoria en el cual usted Señor Presidente está
públicamente comprometido.
A lo largo de
la historia de la humanidad siempre las posiciones radicales por mucho poder económico
o político que las respalde han cedido frente a los valores libertarios,
igualitarios, fraternos e integradores que son principios naturales sensatos
que han sostenido causas y han celebrado victorias. Como sucedió en la vida y
obra de Nelson Mandela en su lucha contra el Apartheid, al final el espíritu de
su causa vio la luz y el mundo entero contempla y admira como ejemplo de
grandeza e integridad la manifestación coherente de su espíritu superior que
hoy ilumina e inspira toda causa justa y libertaria como es la lucha de
millones de personas en los Estados Unidos de América para que se concrete a la
brevedad una Reforma Migratoria Comprensiva; que una familias, que libere los sueños,
que integre culturas, que refuerce valores, que haga justicia, que capitalice
inversiones, que le dé a la comunidad inmigrante la oportunidad de integrarse
completamente al país, al que de hecho, ya pertenece.
Señor
Presidente: todo tiene su momento y con el más profundo respeto y admiración
por lo que usted es, por lo que ha logrado y por lo que representa debemos
decirle a través de esta misiva que ha llegado la hora de hacer valer su
verdadero compromiso y liderazgo para resolver el histórico e impostergable
problema de la reforma migratoria que
aqueja al país y está destruyendo cada día miles de familias, por esta urgencia
todas las personas que suscribimos esta Carta Abierta le pedimos con carácter
prioritario que haciendo uso de las Facultades Ejecutivas inherentes a su alta
investidura disponga:
1.- Parar las deportaciones de todas
aquellas personas que no tiene historial criminal y delictivo y cuya única infracción
es carecer de documentos de estadía en los EUA.
2.- Otorgar un Permiso de Protección Temporal
a todas aquellas personas que reúnan los requisitos contemplados en el Proyecto
de Reforma inmigratoria aprobado por el Senado de la Republica.
Medidas
excepcionales que se pueden dar transitoriamente, entre tanto, la Cámara de
representantes decida poner en agenda, discutir y aprobar su proyecto de
reforma migratoria.
Señor
Presidente: La ley lo faculta a actuar, la ciudadanía lo respalda ampliamente,
la situación de urgencia que viven miles de familias y millones de niños
ciudadanos Americanos que necesitan crecer en paz al lado de sus padres
ameritan que usted actué. La orden ejecutiva está en sus manos, la historia se
encargara de inmortalizar el coraje, la decisión, la honestidad e integridad de
su compromiso real para solucionar este grave problema social. Coincidimos con
usted respecto a que la solución definitiva pasa por el Congreso, pero la
atención inmediata, el alivio temporal, la decisión ejecutiva, está en sus
manos, a través de las medidas extraordinarias que directamente le
solicitamos.
Presidente
Obama, haga que Los Estados Unidos de América refuercen los principios de
libertad e igualdad que los fundadores de la republica plasmaron en la
Constitución de 1776; que la democracia
siga siendo ese gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo que el
ilustre Abraham Lincoln anhelaba. Que Dios bendiga a América y vele por las
decisiones de sus gobernantes. Nosotros señor Presidente, los abajo firmantes
respaldamos con nuestras firmas y nuestros votos las acciones ejecutivas que
usted sabia y oportunamente sabrá disponer. Como rezaba el slogan de su
victoriosa primera campaña presidencial: ¡
Yes we can!, ¡yes we can!, ¡yes we can …!
Todos debemos actuar para que las promesas cobren realidad
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